Biopoeta
(15 de
mayo de 1975, Chorrera) Filóloga, profesora, traductora, animadora cultural,
bloguera, viajera, activista y defensora de la protección y difusión de las
lenguas de los pueblos originarios de América. Cuenta con una maestría en
Ciencias del Lenguaje y Traductología por La Sorbona III de París. También ha
realizado estudios de Español como Lengua Segunda y Extranjera en el Instituto
de Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández de Buenos Aires. Actualmente es docente
en la Universidad de Panamá en el Departamento de Francés.
Ha
publicado artículos
de difusión científica en el Semillero de Periodistas de La Prensa y en
revistas académicas en París y en la Revista Canto Rodado. En el campo
literario se ha dedicado al género poesía, traduciendo al francés a los poetas
nacionales Javier Romero Hernández, Mar Alzamora Rivera, Edilberto Gonzáles
Trejos, Eyra Harbar y Salvador Medina Barahona. Gestiona recitales poéticos
bilingües en la Universidad de Panamá. También ha sido co-editora del
periodista Paco Gómez Nadal para Tejido Sutil S.A. Su pasión por la
semiótica la convierte en una exploradora permanente de esta disciplina en
todos los ámbitos.
Funda en el 2012 Machín
Juegos Tradicionales, colectivo cultural que busca el rescate, la promoción y
la documentación de la tradición lúdica de Panamá. Defiende los espacios
al aire libre y el arte callejero.
Declaración poética
La poesía es metalenguaje. Es un juego de recreación consciente. Es la búsqueda constante de los signos escondidos, los que aún no cuentan con forma ni sonido pero que sabemos que están "allí". La poesía es por tanto la declaración pública de un alma fugitiva y de su intencionalidad de escape. Sólo que, en lugar de un planeta por cárcel, el poeta busca la huida interior hacia el origen, a ese lugar sellado por los candados de la propia lengua que él, el poeta, suele abrir en silencio, para no despertar al carcelero.
POEMAS
Barraza
Humedad
de amaneceres
sobre
poroso piso gris
despierto
con el aroma
a
metálico pez moribundo
y un
sabor a niño salado
en la
Avenida de Los Poetas.
Revivo
ahora el escape a la panadería.
Orejas
dulces y tostadas me esperan
en la
esquina que todo lo oye.
El
Secreto es un oleaje que rompe
entre
Los Masones y El Cuartel
Las
orejas saben a un mundo y sus rumores.
Muerdo
los ecos de las profecías nacionales.
Lo
perdido entra por la boca y por los oídos.
Daniel
Santos le dice adiós a los muchachos
Benny
Moré todavía pregunta cómo fue
Ramiro
nace en todos los balcones
Juanito
Alimaña merodea por ahí
y el
loco de la esquina de siempre
sabe
que con cédula o sin cédula
la
batida, al igual que el tiempo
se lo
llevará.
Abro
los ojos y me acaricia el viento
y con
él vuela el olor de mis orejas.
Aúlla
ahora la memoria involuntaria
ante
los escombros y los muertos
silenciados
bajo la Cinta Costera.
Desde
entonces
las
orejas me saben a nada
como
las dulzuras ajenas.
Respuesta a Stephen Hawking
Es posible que el tiempo nos mienta
que nos chantajee
que nos persiga
y hasta que no exista.
Todo esto es posible
como que el tiempo
sea tan sólo
un amargo espectro
de nosotros mismos.
Mongol
Me gusta sacarte la punta
y tallar impunemente
los filos de la palabra.
Eres verdad y arma
en un solo pulso
para un papel resistente
a tactos profundos
en caída libre.
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