Menciona a:
- Arysteides Turpana
- Aiban Wagua
- Abadio Green
- Taira Stanley
Biopoeta
INAWILIPE DIWIGDI (Aresio
Valiente López). Nació en Uggubseni, una
de las islas del territorio autónomo de Gunayala. Abogado, músico, dancista
guna, poeta y profesor de Derecho en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
de la Universidad de Panamá y en otras universidades. Asesor de las
Organizaciones y Congresos Generales Indígenas de Panamá. Ha sido Presidente de
la Unión Nacional de Abogados de Panamá, Presidente de la Comisión de Propiedad
Intelectual del Colegio Nacional de Abogados, miembro fundador de la Alianza
Ciudadana Pro Justicia y ha participado en la redacción de las leyes indiígenas,
ambientales y de Derechos Humanos. Director Ejecutivo del Centro de Asistencia
Legal Popular. Asesor del Congreso General Guna.
Declaración poética
Camino con los espíritus de
mis antepasados danzando en la pradera con mis hermanos ríos, árboles y
animales, soñando navegando en el mar territorial de Gunayala.
POEMAS
DESDE LA HAMACA GUNA
Ensueños de la vida canta con el amanecer de la luna…
Sus dos luceros brillaron con su luz propia hacia el infinito…
Tantas estrellas en el firmamento fueron nuestros testigos…
Entre sueños y esperanzas se dibujó en la arena
su cuerpo.
Flores de las montañas danzaron lentamente…
Alborada del nuevo espíritu cantó entre las
praderas…
Nuestras miradas contemplaron la belleza de las montañas..
Iluminó con la luna llena las olas del mar…
Amor recorrió con el nuevo amanecer.
Ante su mirada angelical las olas susurraron sus
voces…
Recorriendo lentamente en la arena de la playa…
Entre la brisa del mar llegó la aurora…
Sus ojos se abrían y cerraban lentamente…
Irradiaron las montañas en la madrugada…
Omnipotente es su ser.
En el alba se oyen las coplas del masardule,
cantor fúnebre…
Guiando al nuevo ser hacia la morada de la
vida...
Recorrerá montañas y
ríos para saciar los amores de los dos espíritus...
Mientras en la hamaca guna escribo los versos de la vida…
La luna llena fue el testigo de nuestro primer ósculo…
Las olas del mar acariciaron nuestros espíritus.
NUEVO CAMINO
Comienzo
a caminar hacia la morada…
La
pradera me llevará al infinito,
Solo
quedará la sombra de mis pasos…
Nadaré
en los ríos de mis antepasados,
Contemplaré
la belleza del espíritu…
Entonaré
mis ganguis, las flautas de bambú, a la naturaleza,
Mi
cayuco de balsa me llevará a descansar…
Escucharé
las melodías de los pájaros,
Suspiraré
el olor de la hierba buena…
Saciaré
mi sed con el aroma del cacao,
Dejaré
la sonrisa plasmada en la vida…
Cantaré
junto a los espíritus,
Dejo
en el jardín las flores bellas…
Embellecen
mi corazón,
Mi
hamaca guna envolverá mis ilusiones…
AROMA
DE CACAO
Llega a
la ventana la frescura de su aroma,
Su
silueta ha quedado plasmada en la arena,
Los
latidos de su corazón han vibrado en el espíritu.
La
penuria de los pasos sigue buscando el horizonte,
Gotas han
de brotar en el jardín del corazón,
El agua
cristalina del río ha de acariciar su último suspiro.
Las
melodías del gemido acarició la vida,
El verdor
de la llanura emitió sus lindas melodías,
Hacia el
levante se dibujó su beldad.
Descansó
en la hamaca con su sonrisa angelical,
Danza con
el ritmo de la flauta de bambú y de la maraca,
Germinaron
nuevas estrellas en el firmamento.
Los colores
de la naturaleza colorearon su belleza,
Los
cantos de las sirenas alegraron sus latidos,
Las yemas
de los dedos acariciaron su desnudez.
La brisa
del mar penetró en su espíritu,
El aroma
del cacao se esparció en las flores,
El último
aliento seguirá hacia el infinito.
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